Valparaíso, Mon Amour

La esquina de calle Condell, al llegar a plaza Aníbal Pinto, en Valparaíso, una de las esquinas inolvidables de este Patrimonio de la Humanidad, cuenta desde el siglo pasado con una tradicional “Botica”, la que no ha necesitado “renacer”, pues siempre ha estado ahí. Es el punto de comienzo de un recorrido no programa-do, en una plácida tarde de primavera. Iniciar el recorrido y transportarse a tiempos pretéritos es casi instantáneo.

Recordar es sentir que “están ahí” lugares entrañables como el “Café Vienes”, de calle Esmeralda, y en la propia calle Condell, la casa “Xuga”, la “Joven Italia”, “Casa Peña, en la esquina de la subida Bellavista, la “Casa Cori”, esta última, estaba frente a la Municipalidad y, en Navidad, para los niños era como el hogar de Papá Noel…

También en esta arteria, esencialmente comercial, -al revés de A. Prat, la calle de los bancos-, estaba la joyería “Casa Zeldis”, que por estas fechas instalaba, sobre la marquesina de su fachada, una escena mecanizada con motivos navideños, que conmovían a los transeúntes y nos hacían volar la imaginación hacia algún punto del Polo Norte. Valparaíso…. Mon amour, inolvidable como aquella película del doctor -pediatra- don Aldo Francia, (1923-1979) cineasta porteño que, según propia confesión, inicia su carrera cinematográfica motivado por la cinta “Ladrón de Bicicletas”, del realizador italiano, Vittorio de Sica.

Finalicemos este gratísimo viaje al pasado porteño, completando la nota referida al film que da título a este recuerdo, agregando que entre los actores a Sara Astica y el maestro Arnaldo Berrios. Los guionistas fueron el propio Dr. Francia y José Román. La película, producida en 1969, tenía una duración de 87 minutos. Según los cronistas especializados, los autores tomaron una trágica historia de la prensa roja y la narraron en su complejidad social y cotidiana. Con un par de actores profesionales y el resto pobladores, en locaciones auténticas, sin ofrecer un relato morboso o sensacionalista de la miseria, Valparaíso, mi amor, puede ser considerado como uno de los mejores relatos sobre la marginalidad en el país. MC