La Responsabilidad de Arquitectos y Constructores en los Incendios en Edificios

Las trágicas noticias relacionadas con el incendio que afectó un edificio en la República Popular China, vuelven al tapete un tema que, para variar, tampoco está bien resuelto en nuestro país.

La simple observación de cómo están preparados los edificios chilenos en materia de prevención de incendios, nos obliga a poner la voz de alerta para que implementemos hábitos, costumbres y normas que nos protejan de tan horroroso riesgo.

Recuerdo que, con motivo del Encuentro Internacional sobre Prevención de Incendios en Edificios de Altura, que tuve el honor de dirigir siendo Director de la Escuela de Construcción Civil de la U. de Valparaíso, en 1996, tuvimos la oportunidad de conocer al experto alemán Ernst Aquilles.

El profesor Aquilles, ingeniero y arquitecto investigador de este tipo de siniestros, fallecido en 1999, poseía gran experiencia en la prevención y combate de incendios en construcciones de altura y de gran superficie como estadios, teatros, edificios públicos y de culto.

Entre los siniestros más trascendentes en los que le cupo participación, destacan el incendio de las plantas nucleares de Chernobyl y los registrados en los pozos petroleros con ocasión de la denominada “Guerra del Golfo Pérsico”. En ambos casos, según comentó al autor de este reportaje, los incendios se sofocaron mediante el empleo de “bombas de hormigón”, el mismo recurso que se acaba de emplear para sofocar el derrame registrado hace poco tiempo atrás, en el Golfo de México.

El profesor Aquilles, junto con mostrar los más modernos sistemas tecnológicos diseñados para la detección y ataque del fuego, nos dejó importantes mensajes:

a) Quienes mayor preocupación por el tema debemos ser todos quienes habitamos en edificios, lo que implica algunas acciones simples y de toda lógica: conocer bien las vías de evacuación; practicar situaciones de emergencia (simulacros); verificar que los sistemas de detección (detectores de humo) y de combate (red seca, red húmeda y red inerte) estén habilitadas y en permanente ejercitación.

b) Conocer a quienes conformamos la comunidad de copropietarios. Personas enfermas, ancianos o que presenten algún grado de minusvalía, requerirán de un apoyo especial en caso de emergencia;

c) Solicitar al cuerpo de bomberos voluntarios del sector, que realice supervisiones periódicas a las instalaciones del edificio;

d) Que la comunidad exija la mantención de ascensores, extintores, bombas de impulsión, redes de emergencia, vías de evacuación y señalética.

e) Que en los pasillos, estacionamientos, espacios comunes y accesos exista la señalización para casos de emergencia, especialmente pensando en las visitas que, por no ser habitúes del edificio, no conocen las vías de escape.

f) Que tanto en los reglamentos de copropiedad como en las Juntas de Administración, existan disposiciones y encargados de este tipo de acciones preventivas.

Normas de prevención: esfuerzos compartidos.


También nos enseñó el profesor Aquilles, que las normativas oficiales que regulan la construcción deberían atender con urgente prioridad este tipo de emergencia, de manera de incorporar conceptos y disposiciones que contribuyan efectivamente a la protección pasiva y activa de nuestras construcciones en altura, entre otras:

a) Que los edificios consideren accesos amplios y libres de obstáculos para, de ser necesario, permitan el acceso de los carros bombas;

b) Que en los edificios se habiliten sistemas externos de evacuación y se prohíban las rejas y protecciones en ventanas y terrazas, las que impiden el trabajo de los bomberos;

c) Que la ubicación de las “gemelas” (bocatomas para las redes de emergencia) sea próxima a la calle principal del edificio e impedir estacionamiento de vehículos, obras ornamentales, árboles y otros obstáculos que no permitan las maniobras de los carros bombas. (Nota del redactor: una gran mayoría de nuestros edificios en altura incluyen obras que hacen imposible el ingreso de vehículos de emergencia, se trate de ambulancia o carros de bomberos)

d) Que los bomberos cuenten con recursos técnicos y humanos para el combate de incendios a gran altura. Nuestra realidad es que, las pocas unidades que disponen con escalas telescópicas, éstas no alcanzan las alturas que presentan las actuales edificaciones. Situación que se repite en todas las grandes urbes nacionales.

e) Que la educación incluya formación en actitudes preventivas, pues la prevención es el único método que de verdad contribuye a disminuir este tipo de riesgos.

f) Que las Universidades formen profesionales, arquitectos e ingenieros, especializados en el diseño de edificios preparados convenientemente para prevenir este tipo de siniestros.

Imposible borrar de nuestra mente las impactantes imágenes que se mostraron en el evento universitario porteño. Entre los numerosos expositores, también estuvo el Dr. Alberto Maturana, entonces Director de la ONEMI, quien siempre se ha preocupado de este tipo de emergencias. Junto a los demás panelistas, destacaron el enorme rol de la prevención, lo que conlleva un papel preponderante de autoridades, académicos y los propios bomberos. Como la mayoría de quienes nos desenvolvemos en el quehacer de la construcción, la OGUC dispone que todos los edificios deben diseñarse y construirse de modo que cuenten con sistemas y dispositivos de seguridad pasiva (utilizar materiales retardantes, compartimentalizar recintos con alta carga combustible) y activa (redes secas, húmedas, inertes, extintores). Ahora bien, en caso de producirse un incendio, dispone la Ordenanza, que éste permita la más rápida y expedita evacuación de sus ocupantes; que el fuego no avance a otros recintos y que cuenten con medios para el combate por los bomberos.

Quedan otros temas para el análisis y la reflexión, por ejemplo, frente a la enorme cantidad de edificios construidos y en ejecución que se observan en nuestras grandes ciudades, ¿podemos continuar contando con bomberos voluntarios?, ¿se debe ordenar el retiro o demolición de todos los obstáculos presentes en los edificios que impiden el acceso de los vehículos de emergencia a los edificios? ¿debe fiscalizarse a las comunidades que habitan edificios para verificar que existen y se practican los planes de emergencia? ¿debe modificarse la ley de propiedad horizontal de modo de hacer obligatoria la inclusión de medidas preventivas de los incendios?. MC

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