Informe del Edificio Alto Rio

Sorpresa e incredulidad primero, desconcierto y vergüenza ajena luego, provoca en los constructores chilenos conocer parte del informe elaborado por Idiem respecto de la caída del edificio Alto Río en Concepción. La reconocida entidad universitaria demoró casi 6 meses en emitir el documento técnico que será esencial para esclarecer las causas y disponer las consecuencias legales –civiles y criminales-, que deriven de tan lamentable hecho.

No puede haber dos opiniones en esta materia: quienes cometieron los errores que detectó IDIEM, no pueden seguir construyendo. Al menos esa es nuestra opinión. Fallas en los procesos de diseño y construcción, encargar a profesionales y técnicos no idóneos la ejecución de este tipo de obras y, lo que es extremadamente grave, agregarle un piso al proyecto aprobado originalmente por la DOM penquista, conforman un cuadro viciado y corrupto que no tiene parangón en nuestra historia reciente.

De acuerdo a las versiones de prensa, en la construcción del edificio Alto Río, no se contó con supervisión externa, esto es, Inspección Técnica de Obras, independiente del propietario y de la empresa constructora. Para mayor sorpresa, parte importante del set de planos que deberían estar archivados en la Dirección de Obras de la I Municipalidad de Concepción, han desaparecido, lo cual agrega un ingrediente extremadamente preocupante al proceso particularmente respecto del piso agregado a la edificación.

Se confirman especulaciones.

Tras el terremoto, que abatió la mole de 17 pisos, propietarios y vecinos señalaban que durante la construcción habían sucedido “cosas raras”, tales como el ya citado piso agregado. La investigación señala que tanto el diseño estructural como el informe de mecánica de suelos, estuvieron errados, considerando calidades inexistentes en el terreno donde se fundó la edificación así como un deficiente dimensionamiento de la estructura resistente.

Lo anterior resulta estremecedor, habida consideración que entre el equipo profesional que diseñó esta obra, figuran destacados especialistas, algunos de ellos docentes universitarios. Mientras no dispongamos de un ejemplar del referido informe, no podemos entregar mayor detalle de lo que señalamos. Pero es indispensable que la justicia, los colegios profesionales, las universidades y la Cámara Chilena de la Construcción se pronuncien frente a un caso tan extremadamente delicado y doloroso. Los responsables de la constructora en un comienzo, señalaban que una falla geológica ubicada bajo la construcción, habrían provocado el colapso del edificio, con el trágico saldo de 8 personas fallecidas, otro número similar lesionadas e importantes pérdidas para los copropietarios que perdieron su inversión y el sueño de su casa propia.

Continuaremos analizando este caso que constituye, sin ningún lugar a dudas, una verdadera vergüenza para la construcción chilena. MC

Deja un comentario.

Tu dirección de correo no será publicada.


*