El retraso en las obras: deficiente planificación
Es un tema recurrente para tratar en las reuniones de obra: el atraso que se observa al hacer seguimiento al programa de avance. Pese a que los constructores contamos con herramientas muy eficientes y sofisticadas para ayudarnos en la planificación, programación y control de las obras, no hay caso: siempre estamos atrasados.
Muchas razones para explicar lo que sucede: demoras en la provisión de materiales; carencia de mano de obra; atrasos de los proveedores, errores en los planos o en las especificaciones, entre muchos otros, forman parte de los argumentos que se esgrimen para explicar por qué no se puede cumplir con los plazos. Sin embargo, esa no es la razón principal. En nuestra opinión, se debe simple y llanamente a una falla en el proceso de planificación de las obras.
Y la receta para superarlo es tan simple: pensar antes de actuar, la base de una buena gestión.
En el caso de nuestras obras, se trata de analizar, estudiar y evaluar cada una de las múltiples variables que debemos conjugar antes de tomar decisiones. Una de las principales causas de conflicto entre mandantes y constructores, es justamente el atraso que regularmente presentan las obras, que producen no solo pérdidas económicas para el constructor, por efecto de las multas, sino que conllevan además, consecuencias lamentables para el mandante quien por esta razón, sufrirá pérdida de confiabilidad de parte de compradores, arrendatarios o clientes y, por supuesto, de los inversionistas.
¿Por qué no se cumple la Carta Gantt en la construcción?
Programas como Super Project, Primavera u otros, son invaluables apoyos para administrar eficientemente una obra de construcción, pero no los estamos utilizando en toda la potencialidad que éstos poseen, por falta de conocimientos, de datos confiables, de experiencia, disponibilidad de recursos, entre otros. La experiencia indica que muchos de los errores que presentan los programas se deben, entre otras razones, a las cubicaciones deficientes. Si el proceso de cubicar no se realiza con metodología, con planos actualizados, bien acotados y por profesionales con bagaje en terreno, se obtendrán datos esenciales de escasa confiabilidad, que provocarán malas decisiones respecto de plazos, rendimientos, compras.
Características de los Programas de Avance
Un programa de avance confiable requiere de antecedentes que también lo sean, particularmente respecto de la cantidad de obra por ejecutar. También se precisa tener conocimiento pleno de los procesos constructivos, capacidad estratégica para definir una secuencia lógica de la construcción; seguridad para conformar los equipos de producción y aplicar adecuados procedimientos de control. Un requisito esencial es que el director o administrador de la obra disponga de un flujo de materiales y de recursos humanos acordes con las necesidades del programa de avance y de la velocidad que requiere cada proyecto, lo que solamente se logra mediante una adecuada planificación. Por otra parte, un buen programa necesita cumplir con al menos tres condiciones básicas: conocimiento pleno del proyecto a construir; elaborar una planificación acuciosa de las obras y disponer de los recursos que el plan requiere, en cantidad y oportunidad. A éstas condiciones, agréguele experiencia, compromiso y ganas…. Muchas ganas para sacarlo adelante.
Un plan de obra nunca será eficiente si no se diseña en directa relación con las características técnicas del proyecto, del cual es preciso conocer con claridad las cantidades o volúmenes de obra a ejecutar, los procesos implícitos y los recursos con que se cuenta. Cumplidos tales requisitos, el paso siguiente es definir el proceso constructivo a seguir, la secuencia entre las distintas tareas, la ruta crítica y los procesos de control que se aplicarán. Una vez definido el plan, viene la etapa de asignar recursos a cada una de las operaciones, esto es conformar cuadrillas, asignar equipos, herramientas, soporte y, en función de los rendimientos esperados de los equipos, es posible determinar el tiempo de cada tarea.
Un ejemplo.
Revisemos una operación típica de edificación: colocar 24 m2 de cerámica en muros de baños y cocinas. Si conformamos una cuadrilla compuesta por 1 maestro más 0,5 ayudante, que rinde aproximadamente 8 M2/dia, la duración de dicha tarea será de 24:8 = 3 días. Todas las operaciones definidas en el plan, deben evaluarse de la misma manera, esto es, “cantidad de obra dividida por rendimiento esperado, define el tiempo necesario para la operación”.
Todos los constructores sabemos que los rendimientos son referenciales y dependen de cada obra, de cada administrador, que se cumplan en la realidad. En efecto, las cuadrillas rinden lo esperado en la medida que en terreno se den las condiciones favorables, esto es que los materiales estén siempre a pie de obra, que las “canchas” estén preparadas, que estén los trazos correctos y que la ITO haya recibido la etapa anterior. También es una regla general que, se obtienen y mejoran los rendimientos en la medida que la cuadrilla esté conforme con el “trato” convenido para la actividad y no se le asigne el trabajo en la modalidad “al día”, condición esta última completamente contraria a las buenas prácticas en terreno.
Idealmente, planes y programas deberían “modelarse in situ”, en los denominados “departamentos pilotos”, en los cuales se debería comprobar que las cubicaciones y rendimientos estimados, son los correctos.
El Control: etapa indispensable.
Ningún programa es tan eficiente como para dejarlo que funciones solo. Debe controlarse con el mismo rigor dispuesto en su elaboración, por lo cual se deben incluir las instancias de autocontrol, los procedimientos, protocolos y encargados que deben aplicarlos. La idea de controlar un programa es de detectar oportunamente las no conformidades (fallas, atrasos), disponer las acciones correctivas y, como consecuencia esperada final, evitar su repetición. Como en los anteriores, la experiencia y capacidad de quienes deben controlar, es factor esencial para el éxito del proceso.
Simple, ¿verdad?
Es necesario que los profesionales a cargo de los departamentos técnicos se capaciten y perfeccionen en las técnicas de planificación, programación y control así como para conocer y utilizar, adecuadamente, los softwares que existen en el mercado para estos mismos propósitos. En Mundo de la Construcción podemos colaborar con quienes tengan estas necesidades, para lo cual les invitamos a ponerse en contacto a través de nuestro sitio. MC
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